Hemos experimentado un esotérico fenómeno en relación a Independence Day: Resurgence (Independence Day 2 para los amigos). Varios años después de su estreno (en junio del 2016), nos decidimos a darle un vistazo, ya que no tuvimos la dicha de verla en el cine en su día. Hace menos de dos semanas que la visionamos… y apenas recordamos nada de la película, lo que quizás ya nos dice mucho de ella. Curiosamente, sí que recordamos varios elementos externos a la obra, de mero acompañamiento pero que resultaron ser bastante más interesantes que la película en sí.

¿Han venido los Men in Black con sus neuralizadores y nos han borrado la memoria? Creemos que no. Un vistazo a Wikipedia y TV Tropes nos ha permitido recordar el desarrollo de la película, y lo cierto es que no tenemos demasiado que decir de ella en sí, para bien y para mal.
Dio lo que prometía: Más de lo mismo. Y eso no es malo, lamentarlo sería como ir a un McDonalds con un megáfono y empezar a dar la vara a la gente con que eso que comen es una basura: Ya lo saben, simplemente es lo que les apetece en ese momento. Atribuimos nuestro vacío mental al simple hecho que Independence Day 2 es un cocktail formulaico de blockbuster veraniego, que retoma el hilo de la anterior, y lo desarrolla para presentarnos una especie de “versión corregida y mejorada”. ¡Otra invasión! ¡Más alienígenas! ¡Naves más grandes! ¡Más destrucción! Correctamente filmada, es entretenida y se hace más llevadera incluso que la primera, tal vez porque el elemento patriotero se digiere mejor al ir uno ya avisado. Como una comida en el McDonalds, se disfruta en ese momento, pero no deja ninguna huella memorable.
Lo curioso, pues, es que lo más interesante de la película, lo que nos dejó en el recuerdo, son los elementos de trasfondo que están allí pero no se nos cuentan en detalle (porque son trasfondo), que habrían dado para uno o dos estupendos documentales de ficción.
El primer falso documental que queremos ver es de historia. En la película se nos deja entrever la Tierra del año 2016, que diverge radicalmente de nuestro mundo a partir del ataque alienígena de 1996. Por el camino, la humanidad ha reconstruido sus ciudades, estudiado la tecnología alienígena y la ha implantado para múltiples propósitos. ¡Queremos ver eso! Y ver cómo cambió el mundo, los países y las sociedades. Ver cómo se establece la Defensa Espacial de la Tierra, cómo se crean colonias en la Luna, Marte y una luna de Saturno. El principal sentido de la maravilla que nos causó Independence Day 2 fue ese trasfondo del que nos muestran muy de pasada unas breves pinceladas, y habría dado para un falso documental bastante más interesante que la película.
El segundo falso documental que queremos ver es bélico. Según se nos cuenta, una nave alienígena de la fuerza invasora de 1996 fue abatida en el centro de África, y sus ocupantes estuvieron luchando y siendo combatidos durante una década… Un conflicto sostenido y ganado con mucho esfuerzo por un ficticio estado africano, liderado por un señor de la guerra duro como el acero que mató personalmente montones de soldados alienígenas a machetazos, todo ello rechazando el apoyo de los países ricos. Esa es otra historia digna de ser contada, ya fuera en un falso documental o directamente en una película por sí misma. No ocurrió ni ocurrirá, pero hubiera sido bonito.
Para cerrar, un comentario sobre el enfrentamiento final en la película. Vemos como la Reina Alienígena, un espécimen cuyo tamaño gigantesco en comparación con los soldados de a pie no puede evitar recordarnos a un kaiju, intenta acceder a la base donde se guarda el McGuffin de turno, mientras las fuerzas armadas con los protagonistas a la cabeza intentan detenerla… ¿No nos recuerda esto un poco a un Ángel de la serie de anime “Evangelion” intentando irrumpir en la base de NERV y llegar hasta el Terminal Dogma? ¿Se perdió sin que nadie se diera cuenta la oportunidad de hacer una adaptación encubierta de “Evangelion”, con la primera película representando a todos los efectos el equivalente al Segundo Impacto?
En resumen, Independence Day 2 es un caso peculiar, ya que pocas veces una película ha resultado tan del montón en su contenido, y a la vez tan interesante en su envoltorio.